1. Hacerlos una y otra vez
En el entrenamiento del actor es fundamental hacer los ejercicios una y otra vez. La repetición es lo que nos hace mejorar. Como decía Michael Chéjov: la repetición es la fuerza creciente.
2. Siempre como si fuese la primera vez
Pero es muy importante hacer cada ejercicio como por primera vez. No caer en la repetición mecánica, porque nos aburriremos; y si hay algo que el teatro nunca puede ser es aburrido. Hay que buscar siempre un nuevo enfoque; usa tu imaginación.
3. Como si fuese una pequeña representación
Plantéate cada ejercicio, por sencillo que sea, como si fuese una pequeña representación. Dale valor a lo que haces. Aunque sea simplemente levantarse de una silla, hazlo como si lo fueses a mostrar ante un público. Mantén siempre un espíritu creativo desde el principio.
No repetir sino
re-presentar
Con esto volveríamos al punto número uno. No hablamos de repetir una obra de teatro, sino de representarla; y por lo tanto tampoco se trataría de repetir un ejercicio o una improvisación, sino de re-presentar: en el sentido de volver a presentar.
En una palabra, Diviértete
Este último punto resume los tres anteriores. Si te planteas cada ejercicio como una pequeña actuación nunca será aburrido. Si lo haces siempre como si fuese la primera vez, te divertirás. Y si algo te divierte, lo harás una y otra vez sin tener que proponértelo. Será como un juego, que es en definitiva lo que es el teatro.