ANTES de Hablar en Público
Conoce a tu audiencia
Antes de hablar en publico conoce lo mejor posible a la audiencia a la que vas a dirigirte. Es fundamental saber por qué van a asistir a tu charla. También cuántos van a ser, que conocimiento tienen sobre el tema del que vas a hablar, en que condiciones van a asistir: recién comidos. etc.
Ensaya, ensaya y vuelve a ensayar
Practica la presentación ante algún compañero o amigo, y pídele una evaluación objetiva. Ensaya con los audiovisuales que vayas a usar el día de la presentación. Ensaya siempre en voz alta, aunque no tengas a nadie para escucharte. Si no puedes conseguir a alguien que te haga de público, grábate con el móvil. Cuida de que no suene como si estuviese memorizada como un loro.
Imagínate a ti mismo hablando en público
Hay gente a la que le ayuda visualizarse dando una buena presentación.
Memoriza los primeros minutos de tu presentación
En los primeros momentos en los que empezamos a hablar, es cuando se producen más nervios. Si puedes recurrir a un texto que te sale de memoria, casi sin pensar, te sentirás cada vez más seguro.
Reparte bien tu tiempo
Ningún plan resiste el contacto con el enemigo; pero de todas maneras planifica muy bien tu tiempo. Divide la presentación en módulos o partes, y asigna a cada uno un tiempo estimado. Cuando ensayes la presentación comprueba que te ajustas a esos tiempos. Si hay alguien que puede ayudarte, que vaya midiendo el tiempo que usas en cada módulo, para ver si la estimación era realista. Cambia los tiempos para que se ajusten mejor al tiempo que verdaderamente inviertes. En siguientes ensayos de la presentación, que te vayan diciendo como vas de tiempo según la nueva planificación.
Comprueba la sala y el equipo: proyector y ordenador
Seguramente te apoyarás en alguna proyección multimedia, como Power Point u otro programa. Asegúrate que funciona. En cuanto a los fallos técnicos, ve preparado para lo peor. Ten siempre un plan B: una pizarra en la que poder escribir las cabeceras de cada parte de tu discurso o los conceptos claves, puede salvarte de un apuro.
Tranquilízate
Intenta respirar con el abdomen. Haz algún ejercicio para relajar y quitar tensiones. Por ejemplo toma aire profundamente, tensa todos los músculos del cuerpo mientras cuentas mentalmente hasta nueve y luego expúlsalo, a la vez que relajas.
Ejercicios de respiración para hablar en público
Habla con alguien momentos antes de empezar tu presentación
Haz algún contacto previo con alguien del público. Puede ser la persona de contacto que ha organizado la presentación, o puede ser alguien a quien no conozcas. Cualquier comentario, aunque sea trivial te ayudará a romper el hielo y a serenarte.
MIENTRAS HABLAS AL PÚBLICO
Espera a que se haga el silencio
Antes de empezar la presentación, espera a captar la atención del público. No empieces a hablar hasta que haya silencio en la sala.
Saluda al auditorio y Agradécele su asistencia
Empieza a hablar recalcando porque es importante para ellos tu presentación. El público siempre se pregunta: Que hay aquí de lo mío. Trata de hacerle ver claramente la aplicación práctica y los beneficios que va a sacar de escucharte.
Lo importante es tu público
Cambia el foco de atención de ti mismo al público. No te preocupes tanto por la imagen que estás dando. Mira con atención sus caras y trata de responderte: ¿Están interesados en lo que digo? ¿Están siguiendo bien la charla? Etc.
La voz: cómo hablar al público
Habla con suficiente volumen; que pueda oírse sin esfuerzo en la última fila. Habla en público vocalizando, con ritmo dinámico pero nunca con prisas. Haz algún silencio o un cambio de ritmo, para volver a ganarte la atención del público; y para recalcar algún punto clave de tu discurso. No leas nunca las diapositivas que estás proyectando. Se expresivo, aunque sin exagerar, cuando hables a tu público.
¿A dónde miro? Mantén contacto visual
Dirige la mirada al público mientras les hablas. Elige a alguien del público y mírale mientras le hablas; cambiando, eso sí, de persona, para que nadie se sienta intimidado. De esta forma, haces más personal y directa la comunicación al tiempo que involucras a la mayor parte del público. Dirígete a toda la audiencia, no solo a los de la primera fila.
¿Cómo me muevo al hablar en público?
Procura no mover mucho los pies; si das pasos adelante y atrás, estarás transmitiendo una sensación de inseguridad. Mejor plantar bien los pies en el suelo. Y cambiar la posición cuando haya un cambio de tema, un silencio o para atraer la atención del público. No Uses el puntero láser. No tengas las manos en los bolsillos, tampoco las tengas cruzadas detrás de la espalda, ni te pongas en jarras. A no ser que busques un efecto determinado. Al principio puedes tener algún objeto en la mano, como un rotulador, que te de seguridad. Pero permite que tus manos se muevan libremente.
Se muy cuidadoso con el tiempo
Respeta siempre el tiempo que te han asignado para hablar. Comprueba de vez en cuando como vas de tiempo respecto al timing previsto, esto es, a la planificación que te habías hecho. Si por cualquier razón te quedas sin tiempo, vete directamente al final; pero nunca acabes con prisas o dejes sin terminar una presentación. Deja suficiente tiempo para que te hagan preguntas.
Intenta ser breve
Habla durante el mínimo tiempo necesario para que tu mensaje esté claro, y tu público pueda comprenderlo. Es siempre preferible pasarse de brevedad que no, hacer una presentación demasiado larga. Si el público se queda con ganas de saber más, participará más en las preguntas. Haz un resumen al final y enuncia de nuevo el mensaje central que quieres transmitir.